La Sra Abog. Karin Rozenblum de Rey, miembro del Grupo de Reflexión Factor Humano y Fe, ha enviado el Libro Apocalipsis y sentido de la Vida. La Profecía continúa a SS Francisco, acompañado de la siguiente carta que nos es muy grato compartir:
Querido Papa Francisco:
Me atrevo a escribirle estas líneas, motivada por la existencia de este libro “Apocalipsis y sentido de la Vida. La profecía continua”, que siento ha cambiado mi concepto acerca de Dios y de su Único Hijo Jesucristo, dándome la certeza de que Dios es Amor.
Mi nombre es Karin, soy judía, abogada, casada con Cesar con quien tenemos tres hijos: Ariana, Agustina y Santiago.
Criada en una familia judía, he ido a la escuela hebrea, me han enseñado la Torá, tomé mi Bat Mitzvá, concurría al templo semanalmente y leía el Antiguo Testamento constantemente. A pesar de ello, siempre sentí la falta de algo, un vacío, un sin sentido, que no podía entender, pero que me agobiaba.
Me enseñaron desde pequeña un Dios de Israel castigador que si “haces bien las cosas” y cumplís la ley está de tu lado, es muy bueno y protector pero que si no cumplís con sus mandamientos, te castiga y reprende. Este es el sentido que le daba por ejemplo a las plagas enviadas al Faraón en Egipto. Había una intuición en mí de que esto no podía ser de tal manera.
Esa intuición, me llevó a escuchar de boca de otra judía como yo, la vida de San Pablo. Desde ese momento he vivido un constante conflicto, me habían enseñado que Jesús no es el mesías, no es el hijo de Dios, es una farsa, pero resonaba en mi corazón constantemente la duda de si eso era cierto.
Dios es uno, y en su inconmensurable amor nos entregó a su Hijo Jesucristo. Esta oración Santo Padre, que quizá en boca de un católico es sencilla y conocida, para mí era un verdadero escándalo. El temor por el rechazo concreto de mis padres que me habían criado en las tradiciones judías y a la vez la culpa, que no me abandonaba, de sentir que les estaba fallando. Pero qué podía hacer con una intuición tan concreta como la de sentir que Jesús es el Cristo y la Virgen María su Santa Madre.
En este camino de una terrible desesperanza la Gracia de Dios me condujo hasta un hombre que considero, es el madero que Cristo me acercó para que pudiera ayudarme a tomar bocanas de aire y no muriera en medio de un océano desesperante en el que me encontraba totalmente sola y a la deriva, y en el que, en el sentido más literal, me estaba ahogando.
Este hombre, el Dr. Fermani, cristiano, doctor en sicología, es quien escribió este libro Apocalipsis y Sentido de la Vida, un libro que al leerlo mi corazón dio un vuelco, por primera vez sentí la felicidad de encontrarme con la posibilidad cierta de comenzar el camino de ser una verdadera judía, la que reconoce a Jesús como Hijo de Dios. Por primera vez en mis 39 años de vida tuve la sólida tranquilidad de que el mensaje es uno solo desde el Génesis al Apocalipsis: Dios es Amor, y se manifiesta en su Hijo Jesucristo, quien por su inmensa Misericordia me ama a pesar de lo maligno que hay en mí.
En la esperanza de que usted conozca la existencia de este libro de fe, si es posible Santo Padre, esperando no abusar de su bondad, pueda darme algún signo de que el mismo ha llegado a sus manos, siendo de inmensa importancia la opinión que a usted pueda merecerle, me despido rogándole a nuestra querida Virgen de San Nicolás que lo cubra con su Santísima protección.
Karin Lorena Rozenblum de Rey