Mesa Redonda en Librería Paulinas
Tenemos el agrado de enviar nota adjunta, del Boletin de las Hnas Paulinas, escrita por la Hna Julieta, responsable de la librería sucursal Resistencia, con referencia a la reunión del martes pasado en el local de Librería Paulinas, con la presencia de Mons. Dr Ramon Dus Arzobispo de Resistencia, quien muy generosamente hizo una reseña del Apocalipsis de San Juan y a continuación el grupo de reflexión Factor Humano y Fe (Discípulos y Misioneros de la Renuncia) expusieron sus vivencias en relación a la lectura del libro “Apocalipsis y sentido de la vida. La profecía continúa” del Dr Armando Javier Fermani, libro que está en venta en Paulinas Chaco y Corrientes (en otras partes del país en Claretianas, San Pablo, Verbo Divino, Instituto de Cultura Religiosa Superior, etc.)
Agradeciendo la disponibilidad y desinteresada ayuda brindada por la querida Hna Julieta.
El autor no pudo estar presente en el evento por razones de salud.
Paulinas
Promoviendo la cultura del encuentro
El 23 de Septiembre, en el marco del mes de la Biblia, Librería Paulinas y el Grupo Factor Humano y Fe en su aporte a la búsqueda del sentido de la vida realizaron una mesa redonda en la que Mons. Ramón Alfredo Duz, Arzobispo de la arquidiócesis de Resistencia presentó una síntesis sobre el libro del Apocalipsis en la Biblia, y luego los integrantes del grupo Factor Humano y Fe dieron testimonio sobre su encuentro con Dios a partir del libro que habían leído, “Apocalipsis y sentido de la vida. La profecía continúa” del Dr. Armando Javier Fermani, autor local.
Fue un espacio cultural y ecuménico inolvidable, la librería estaba colmada, entre los participantes se encontraban, seminaristas, sacerdotes, religiosas y público en general, un encuentro en la que juntos hemos compartido la fe de un Dios que nos ama y nos salva en Jesús. A continuación, algunos párrafos de los testimonios:
Fe y sentido de la vida
“Nunca supe que hacer con mi vida en la vida, siempre viví un sin sentido, no sabía cómo vivir y lo más paradójico era que estaba vivo”.
Es como cuando te regalan un auto (vida) y no saber qué hacer con el auto. Los acontecimientos que me tocaron vivir y la lectura del libro, dieron como resultado una crisis emergente, que surge a partir del dilema (opción) en el cual me puso Marta y María, y lo cual me llevó a la reflexión del sentido de la vida, del sentido de mi vida, en otras palabras, de cómo usar mi auto. Esta reflexión, se profundiza, cuando leo en el libro, “Elapocalipsis abre una puerta con dos salidas posibles, a cada uno corresponde libremente examinar y decidir qué camino seguir en el peregrino andar de la concreta y real historia.
Es decir las miles de opciones de usar el auto, de formas de vivir, se redujeron a dos y me pregunta ¿qué opción estoy haciendo en el día a día en mi vida, la de Marta o la de María? La única forma de hacer la opción de María es teniendo Fe, no creencia. Porque la fe, en palabras de San Pablo: “es garantía de lo que se espera, la prueba de las realidades que no se ven.” Mediante la fe me entero cual es el sentido de mi vida, de la vida, y cuál es mi misión en la vida. La fe es la vivencia concreta del Espíritu Santo, el paráclito dejado por Jesús, actuando ya, en, con y entre las personas, por esto la profecía continua, cuando Jesús se fue, dejo el Espíritu Santo, y hoy sigue, hasta la próxima venida de Jesús. Ahora, ¿cómo se logra tener fe?, ¿Cómo se logra ser lo que en el apocalipsis se lo llama el vencedor?, se puede leer que el vencedor es aquella persona que no busca gloria humana para sí mismo. Sabe que renunciando a sí mismo es como puede buscar el sumo bien. Es decir, solo renunciando a mis creencias, produzco un vaciamiento en mí, dejando lugar a la entrada de Dios, porque Dios está donde se lo deja entrar. (Testimonio de Cesar)
Jesús es la Buena Noticia
Cuando el libro nos contabala buena noticia de la salvación, no llegaba a comprender su significado. En este contexto la primera lectura grupal, fue un profundo choque, todo el tiempo me encontraba entre asombrada, temerosa y muy enojada por momentos. Era un verdadero terremoto… en donde toda mi estructura, que prolijamente creé por 40 años, estaba temblando y se derrumbaba.
La presencia del autor, que con su devolución sicológica sesión por sesión y día tras día,sin descanso: en la vereda, en el consultorio, o en un auditorio, de manera paciente, a la espera de nuestra respuesta y sin violentarnos, nos viene contando de mil maneras diferentes que: “Dios es amor”. Es así que estando ya más serena, llegó la segunda lectura grupal, y con un poco más de calma comencé a entender lo que el libro describe como una progresión en los acontecimientos religiosos. El libro me permitió conocer una nueva dimensión:
El mensaje comenzó a percibirse como novedoso, benévolo y pacífico. Se me dio a conocer cuatro palabras nuevas que fueron transformando mi vida: “Confianza, certeza, verdad y esperanza”. Este mensaje que antes era lejano a mí, comenzaba hacerse carne! Ya no son palabras muertas, ni vacías, fugaces o al pasar…es la voz del ángel que en forma de promesa comunica a María: No temas, María; porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús…la puesta en tensión: que queda plasmada con el SI de María, que siempre dócil a su llamado responde: ...yo soy la servidora del señor que se cumpla en mi lo que has dicho. Y el cumplimiento de la promesa…mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre, María dio a luz a su hijo primogénito! Esta es la buena noticia: Jesús deja de ser una teoría para convertirse en REVELACION. Jesús -que ES la buena noticia- encarna, muere y resucita… para salvarnos amorosamente a todos y cada uno! (Testimonio de Anali)
Dios es Amor
La verdad es que el libro impactó en mi vida de diversas maneras. Yo soy judía, nací en una familia judía, he seguido los ritos y las tradiciones judías. Desde muy chiquita cumplía con todos los ritos que me habían enseñado, iba mucho al templo, pero no encontraba la respuesta al sin sentido de mi vida. No lo encontraba a Dios, no le encontraba sentido al rito. Eran vasos vacíos, sin contenido, sin significado verdadero.
Un día hablando de esto con Mónica, también judía, estábamos en la terraza de mi casa y me dice, ¿vos sabes quién es San Pablo? Le digo no, no tengo ni idea de quién es San Pablo. Para mí Jesús no existía. No conocía nada, ni de los apóstoles ni de los evangelios. Nunca había abierto un nuevo testamento. Y Mónica me cuenta la historia de San Pablo y a partir de ahí, algo, no sé qué, paso en mi vida,
Y fue muy significativo que me acerqué a la vida de San Pablo, otro judío, pero no cualquier judío porque reconoció a Jesús como el Cristo, algo de verdad había en que Jesús es el Hijo de Dios. A partir de ahí, yo descubro a Jesús en mi vida. No puedo dar una razón intelectual, si puedo decir que yo tenía la intuición de que lo que yo estaba leyendo era cierto. Jesús es el Hijo de Dios y la Virgen María es nuestra Madre. Toda esta revelación en mi vida me trajo mucho conflicto. Fue un escándalo. Vieron cuando Simón le dice a María que Jesús va a ser un signo de contradicción, en mi vida se hizo carne esa frase. Y les cuento todo esto porque es la razón de por qué digo que el libro me integró, y que con el libro empecé a conocer el camino del verdadero judío.
Para mí fue muy conflictivo todo esto. Fue un choque emocional muy profundo, era ir contra mi familia, contra mi crianza, contra las creencias que me enseñaron en mi casa, contra lo que me enseñaron como verdadero, mi grupo de pertenencia, mis amigos de toda la vida, me sentía casi una traidora. Todo me daba mucha culpa. Realmente leer el Evangelio, sentir la intuición clara de que Jesús es el Hijo de Dios, me trajo mucha culpa, y entré también en una gran confusión.
Sentía que no pertenecía a ningún lugar, en el templo, en la sinagoga me sentía vacía, sin sentido, un hipócrita, y en la Iglesia me sentía desubicada. En definitiva mi vida era un desastre. En ese desastre lo conozco al autor del libro, que me acompañó y me ayudó a que pueda ir limpiando este desorden que sentía y vivía, dándole a cada cosa su verdadero lugar. La ayuda más concreta y que siento dio una verdadera reconciliación en mi vida, es este libro. En el él pude descubrir, pude darme cuenta de la unicidad del mensaje desde el génesis al apocalipsis. El autor cuando hace una explicación analítica versículo por versículo, va relacionando el texto con Libros del Antiguo Testamento como el génesis, éxodo, Deuteronomio, Daniel, Ezequiel, Isaías, entre otros tantos, y uno va notando, es como un velo que se corre, que hay un solo mensaje, siempre el mismo: Dios es Amor. Hay un solo Dios, Dios Padre y Dios Hijo y un solo Espíritu, el mismo Espíritu. E inclusive una sola conducta Dios siempre, en todos los tiempos, es Amor y Perdón.
Gracias a este libro entendí las palabras que Jesús dice en diversas ocasiones: el que conoce al Padre, conoce al Hijo, o si ustedes serían verdaderos seguidores de Moisés, me reconocerían. El mensaje es uno sólo. Después de leer el libro pude volver a leer la Biblia, desde otro lugar totalmente diferente, ya sin culpa, sin sentir ese continuo reclamo de que por qué me está pasando esto. La vida empezó a tener sentido.
El Apocalipsis, me da a conocer a Dios Amor que no castiga. Para mí como judía ese fue un hecho tan novedoso. Pude conocer a Dios Amor, que nos ama tanto que nos entregó a su Único Hijo quien murió por nosotros y gracias a Él y solo a través de Él yo puedo cumplir los mandamientos, gracias a Él puedo ser una verdadera judía. (Testimonio de Karen)